La importancia de la higiene bucodental en mascotas

La higiene bucodental en mascotas tiene una gran importancia aunque hay muchas personas que no le dan la que realmente merece. Al igual que sucede con nuestra boca, nuestras mascotas deben tener una cuidada higiene bucodental para evitar tener enfermedades y que su calidad de vida empeore.
Por qué es tan importante cuidar de la higiene bucodental de las mascotas
Una de las diferencias respecto a nosotros es que nuestras mascotas no pueden cepillarse los dientes y los restos de comida que suelen quedar atrapados entre los huecos de éstos se descomponen y forman la placa dental. En caso de no eliminarla, seguirá acumulándose y formando el sarro. El sarro hace que las bacterias proliferen, pudiendo llegar a producir infecciones locales.
Además, esta situación provoca una inflamación de las encías, haciendo que éstas sean más sensibles y puedan llegar a sangrar con más facilidad. Por otro lado, provoca que en el lugar donde se produce la hemorragia se pueda producir una infección y que pueda pasar al torrente sanguíneo, convirtiéndose en todo un peligro.
La dentición de nuestras mascotas también puede volverse muy sensible, pudiendo llegar a producir molestias al animal a la hora de masticar o incluso hacer que los dientes puedan volverse demasiado débiles y acabar desprendiéndose.
Elegir una dieta seca en lugar de proporcionar alimento enlatado es un gran favor que podemos hacer a nuestra mascota ya que le fricción que hacen las bolas de pienso contra los dientes, ayuda a prevenir la formación del sarro y placa bacteriana. A los perros hay que darles un producto específico para combatir el sarro como snacks o juguetes fabricados en nylon o caucho.
Se pueden cepillar los dientes al perro, pero siempre con un cepillo específico de cerdas blandas y hay que hacerlo con dentífrico para perros, nunca hay que usar la pasta de dientes que usamos los humanos porque puede ser tóxica para él.
De lo que no hay que olvidarse es de revisar la dentadura del perro una vez a la semana y cada seis meses hay que hacer una visita al veterinario para que pueda hacer una exploración en profundidad.